Esta semana el tren del #metooAgenciasMX alcanzó a las agencias de publicidad con denuncias a famosos de la industria, la tendencia evidenció a personajes conocidos del medio ventilando comportamientos y conversaciones incómodas con colaboradoras colegas dentro de los equipos creativos.
Amén de las controversias, estos tiempos exigen cuidado especial de ciertos temas al interior de todas organizaciones, cualquier marca puede ser señalada por no contar con una cultura organizacional que marque lineamientos claros acerca del respeto a las mujeres en espacios laborales.
Fomentar la sana camaradería
Muchos de los argumentos de las acusaciones giran alrededor de mensajes con carácter “gracioso” que se pueden dar en los grupos de trabajo, o sutiles faltas de respeto disfrazadas de “bromas” como ese que les llamaba “mis pieles” a sus colegas o el que solicitaba besos en tono bufón. Para sensibilizar sobre el tema, es muy importante que todos pero en especial los colaboradores masculinos, tengan claro que su equipo de trabajo no es su harem, dicho en tono de sarcasmo. Los líderes deben evitar hacer distinciones en la comunicación entre colegas de distintos géneros. Un buen inicio es comentar el tema con todo staff escuchando todas las voces de los implicados.
Eliminar el mansplaning
Barack Obama tenía como rutina repetir las ideas que sus colegas mujeres proponían en las juntas de trabajo, por supuesto al repetirlas les daba el crédito, él creía que el grupo le daría relevancia a las ideas de una colaboradora si un varón las promovía, esta estrategia es eficiente sobre todo cuando existe un grupo no equitativo. Es importante que los miembros del staff le den igual importancia a las ideas de todos sin tratar de interpretar o corregir en automático.
Trabajar por resultados
Cada vez es más común que los miembros de los equipos autogestionen sus tiempos efectivos trabajando por objetivos, esta estrategia es muy eficaz para atraer talento femenino al staff y mantenerlas motivadas por un objetivo en común. Trabajar por objetivos también favorece a las creativas con vida familiar, conviene evitar rutinas de trabajo combinadas con alcohol o parrandas.
Compartir el violentómetro
Desde que el IPN creó el violentómetro en 2009 es mucho más sencillo identificar actitudes tóxicas para las mujeres en el entorno laboral o familiar. Explicar el uso del violentómetro puede concientizar a cualquier equipo de trabajo sobre violencia de género.
Brindar canales anónimos
Una parte importante de instaurar un protocolo de acoso en las instituciones es crear un canal de denuncias anónimas para recabar cualquier situación de violencia dentro del equipo protegiendo a las víctimas.
Los detalles sutiles
Por último, quizá sea momento para reconfigurar los equipos eliminando viejos estereotipos, como el de que las ejecutivas de cuenta deben ser mujeres guapas y los creativos hombres barbones. Compartir la carga de trabajo de forma equitativa ayuda a que todos sean conscientes de las implicaciones con los clientes, así como también evita contratar a personas específicas para puestos según sus características físicas. También procurar evitar diminutivos forzados para todas las colaboradoras como “Blanquita la de cuentas”.
Como dice una amiga y colaboradora, a veces todo tiene que estar mal para que exista un nuevo bien.